
En el mundo bicolor de Juan Eizaguirre las líneas campan libremente sobre la superficie. Unas rectas han decidido iniciar su curso creando verticales, otras horizontales y algunas se muestran en tensión en diagonal. La versatilidad que ofrecen las vírgulas superpuestas permite crear ilusiones ópticas donde la profundidad tiene lugar.
En ‘Lenguaje T x U aplicada. Carpa abierta y cerrada’, la firmeza de la composición se ve truncada por unas estrías que brotan del punto central más alto del cuadro. Osadamente, los surcos trazan caminos nerviosos, que parecen perfilar la doblez de unas cortinas que ondean hacia el interior o hacia el exterior de un lugar indeterminado. La infinitud de figuras geométricas convierte esta propuesta en una obra… Leer + Revistart 225