‘Memoria en el paisaje’

Por la obra del pintor jienense el tiempo pasa de puntillas. Un estilo particular en sus modos, universal en esencia, un retrato vívido de naturaleza y gentes que son parte inherente de un lugar con historia milenaria. Son los olivos de los campos de Jaén el subterfugio de los poéticos, y la labranza que la mano humana les destina se impregna en cada escena apresada por Viribay en las hermosas litografías recogidas en ‘Memoria en el paisaje’. Un realismo que cruza sin timideces ni complejos la lírica del color, suave a veces como una brisa primaveral e intenso, cálido, como el sol azotando la tierra. Sus verdes son remansos, motas de vida sobre horizontes curvilíneos, sus figuras de una presencia sencilla pero atronadora. – Beatriz Maeztu