Jep Gambardella interpretado por Toni Servillo en ‘La gran belleza’
Se echa de menos viajar. Después de un año tan lleno de infortunios, esperas y paciencia, quién no merece un descanso. Benditos aquellos que consigan superar los obstáculos institucionales y llegar a aquella Ítaca efímera soñada. Para el resto, se propone una selección de películas de las últimas décadas de otros lugares y recovecos, sitios donde olvidarnos del mundo, llenos de ese elixir bohemio donde el arte empapa el guion como remedio sanador.
Siempre se hace difícil elegir entre películas italianas, pero con esta primera elección se espera contentar a ‘indies’ y clásicos por igual. Aunque pudiéramos hablar de tantas otras, el espectador entenderá que ‘La gran belleza’ (2013) responde a todos los requisitos mencionados. Paolo Sorrentino no crea un escenario, transporta al público a Roma, a la suya propia, a una ciudad de palacios, fuentes, leyendas y preciosas contradicciones. El desencantado escritor Jep Gambardella (Toni Servillo) nos regala instantes que rebosan sensibilidad estética. Desde una mirada nocturna las llaves secretas nos abren el Palazzo Barberini –estremece ese a solas con ‘La Fornarina’ de Rafael–, el Spada, el Altemps, o Santa Maria del Priorato all’Aventino.

Otro director italiano, esta vez no de Nápoles, sino de Palermo, nos traslada a un estío irrepetible. Luca Guadagnino se basa en la novela homónima de André Aciman para crear el universo ideal de ‘Call Me by Your Name’ (2017). También ganador de un Óscar, en este film el protagonista es el primer amor, encarnado por Elio y Olivier. Sus vidas se encuentran entre paisajes extenuantes de la Lombardía rural, Cartel de ‘La gran belleza’, Paolo Sorrentino Jep Gambardella interpretado por Toni Servillo en ‘La gran belleza’ Secuencia de ‘Call Me by Your Name’ grabada en Lombardia por Luca Guadagnino donde los tesoros arqueológicos se entrevén descubiertos y custodiados, como las miradas y roces que se intercambian ambos jóvenes.
Continuamos subiendo hasta el norte de Europa, justo donde vivió la pintora Lili Elbe, y que el director británico Tom Hooper supo retratar de forma magistral en ‘La chica danesa’ (2015). La calidad y elegancia de la fotografía se refleja en cada plano, vestuario y expresión. Se respira un aire calmo y puro, también frío, metáfora quizá del amor desmedido y leal que el matrimonio de los artistas, Gerda Wegener y Eddie Redmayne, arropa en una situación tan desafiante como la vivencia en primera persona de su marido transgénero…
Por Carmela González-Alorda